Digo los inversores conservadores porque se asocia la inversión en bonos a la parte más defensiva de las carteras de inversión o las inversiones con poco riesgo, esas de “compro un bono “seguro” y me paga un cupón anual y al vencimiento recupero el 100% de mi dinero”.
Antes estos cupones solían ser atractivos y de compañías que nos daban seguridad. En muchos casos el cobro de estos cupones suponía unas rentas periódicas para completar los ingresos anuales y sobre todo un complemento a la pensión de jubilación.
Pero esos años ya han pasado a la historia y ahora el panorama es muy distinto. Los tipos de interés están a 0% y si queremos un cupón atractivo tenemos que asumir el riesgo de invertir en compañías que tienen más probabilidad de impagar.
Muchos no quieren invertir en acciones de buenas compañías, sino que prefieren seguir invirtiendo en bonos porque, por desconocimiento, confían más en este tipo de activo. Esto les ha llevado a aumentar el riesgo de su cartera para así poder mantener su poder adquisitivo, pero hasta el punto de no ser conscientes de dónde han invertido y que están asumiendo riesgos incluso superiores a los de invertir en bolsa.
¿Y por qué digo todo esto? Porqué durante las últimas semanas la situación de la economía[G1] mundial ha cambiado drásticamente, el virus que amenaza nuestra salud nos está llevando a una crisis económica, quizás de corta duración, pero suficiente para que compañías muy endeudadas y con elevadas probabilidades de impago puedan colapsar y dejar de pagar.
La incertidumbre que conlleva esto constituye una oportunidad para nuevos inversores y un alto riesgo para quienes están invertidos en bono de alta rentabilidad.
Digo oportunidad porque como ya hemos visto en otras situaciones, la incertidumbre es la peor amiga del dinero, provoca caídas de mercados debido al pánico de perder. Estas caídas suelen ser sobrerreacciones irracionales que tienden a recuperarse en un corto plazo y ofrece una oportunidad para quienes tienen capacidad para invertir.
A la vez, esta crisis actual llevará muchas empresas a impagar y quienes poseen bonos de compañías de baja calidad crediticia, podrían perder parte o la totalidad de su dinero, y esto no sería como una caída de mercado que luego se recupera, sino que podría significar elevadas pérdidas reales para estos inversores. Y este sería el riesgo al que nos podríamos enfrentar.
Así pues la inversión en Renta Fija (o bonos) también requiere de una vigilancia y un seguimiento constante, hay que adaptarse al momento económico actual y si queremos conseguir más rentabilidad tomando más riesgos, es importante dejarse asesorar para entender y saber los riesgos a los que nos estamos exponiendo, solo así podremos dormir tranquilos ante cualquier acontecimiento económico.
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